Las y los profesores de la región de Atacama, durante una semana no dieron un pie atrás. Sus demandas eran justas: infraestructura, sanitización e insumos, eran las principales carencias existentes y la demostración clara de que la administración del Servicio Local de Educación Pública nos estaba dando el ancho. Administración territorial que tendrá que pasar por una auditoría debido a que el manejo de sus finanzas también está en el ojo de la crítica.
«Dicha auditoría la ejecutará el Ministerio de Educación, la que no tan sólo tiene que ver con las finanzas sino que también con aspectos legales y pedagógicos. En ese marco, nosotros como docentes esperamos que el resultado de esa auditoría vaya más de las sanciones o de las responsabilidades sino que de establecer dónde se está fallando». afirmó Carlos Rodríguez, presidente del regional Atacama del Magisterio.
Fiscalización que se extenderá a las comunidades educativas pues se estableció la conformación de comisiones en cada uno de los establecimientos educacionales compuestos por los directivos, el delegado gremial, el delegado de los asistentes de la educación, el centro general de padres y de alumnos. Instancia que se asegurará de resguardar las condiciones pertinentes para las actividades de toda la comunidad educativa.
Compromisos cerrados con la Dirección de Educación Pública y la Subsecretaría de Educación y que ya se comenzaron a materializar: «Terminamos el paro y por lo tanto, esperamos que estos compromisos sean efectuados como se han agendados. Por ejemplo el instituto comercial, que tiene un pabellón cerrado por infraestructura, ya lo fueron a visitar e hicieron un glosario de la información para avanzar en su reparación, así se debe seguir avanzando, con la prontitud y prolijidad que nuestras niñas, niños y adolescentes se merecen», cerró la presidenta del comunal Copiapó del Magisterio, Yariela Ardiles.
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