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El presidente del Colegio de Profesoras y Profesores, Carlos Díaz Marchant, visitó la Escuela Rural F-720 de Colico Alto, comuna de Santa Juana, que fue destruida en su totalidad por los incendios forestales. Junto a la presidenta comunal de la zona, Yaneth Seguel, el director del establecimiento afectado, Mario Vallejos y la profesora de la escuela, Silvia Díaz, hacen un llamado a la solidaridad, apoyo emocional tanto para estudiantes como para docentes y que las autoridades no se olviden de su palabra para ayudar a la comunidad afectada.  

«Hemos perdido siete escuelas rurales y ocho colegas han sido damnificadas. Una de ellas pertenece a esta escuela. Queremos pedir el apoyo en estos pocos días que nos quedan de empezar el año escolar, en que nos puedan ayudar en la contención tanto a las familias damnificadas, a nuestros estudiantes y a nuestros colegas» señaló Yaneth Seguel Vásquez, presidenta comunal de Santa Juana, sobre el establecimiento que resultó totalmente destruido por los incendios forestales.  

Al respecto, el director del establecimiento afectado, Mario Vallejos, agrega «nuestra escuela se quemó el día 3 de febrero dejándonos a la deriva con muchos recuerdos de todas las personas que pasaron por esta escuela. Esperemos que todas las autoridades que nos han visitado no se olviden de su palabra empeñada que es volver a reconstruir esta escuela para que los niños puedan volver a sonreír» 

La profesora de la Escuela Rural F-720 señala que para la comunidad «ha sido muy doloroso todo lo que hemos vivido estos días. Desde el minuto cero que comenzó el incendio el 3 de febrero. Solamente les pedimos que nos ayuden en la contención emocional de los niños. Una persona especialista o una psicóloga que ojalá nos acompañe los primeros meses porque en verdad lo vamos a necesitar tanto las niñas, los niños y también los profesores»

Hoy se reunió el presidente del Colegio de Profesoras y Profesores, Carlos Díaz Marchant, con Elizabeth Chávez Bravo, Seremi de Educación de la Región del Biobío, el presidente regional de Biobío, Jorge Barriga, y el tesorero regional de la región, Marco Echeverría, con el objetivo de analizar las acciones desarrolladas por el Ministerio de Educación en relación a la emergencia que han provocado los incendios forestales en el sur del país.

El presidente del magisterio, Carlos Díaz Marchant, visitó la escuela rural San Antonio, ubicada en la comuna de Tomé, la cual fue totalmente destruida por los incendios forestales que afectaron a la localidad. Acompañado de los dirigentes regionales de la zona, entregó su testimonio Ana Riquelme Toro, funcionaria y ex alumna del establecimiento afectado, respecto a cómo se pudieron evitar los siniestros y las consecuencias que significan para funcionarios y estudiantes la pérdida de esta escuela. 

«Tenemos el sentimiento de que esta escuela era el centro neurálgico del sector. Son cinco niños que se quedan sin su escuelita. Esto obviamente se pudo haber evitado, específicamente porque las forestales no hacen las fajas como corresponden. Esa hubiera sido la solución para que no se quemara la escuela y todas las casas del sector» enfatizó Ana Riquelme Toro respecto a los incendios forestales que afectaron a la comunidad de San Antonio y ocasionaron la pérdida total de la escuela rural del sector.

Un total de 920 estudiantes quedaron afectados debido a los daños parciales o completos que han sufrido establecimientos educacionales a consecuencia del fuego en el sur del país, donde 14 establecimientos afectados corresponden a la región del Biobío y 7 en La Araucanía.

El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, enfatizó que se están tomando como medidas la reubicación de estudiantes, la posibilidad de arriendo de infraestructura escolar, y la garantía del transporte para cuando esto sea necesario.

El presidente del gremio docente, Carlos Díaz Marchant, considera que «son fundamentales dos cosas: que se garantice el inicio del año escolar en las misma condiciones que el resto, y tener un plan de contingencia y apoyo concreto, de contención emocional para estos estudiantes que han perdido su segunda casa que es la escuela, y en algunos casos también perdieron la primera, que hace más grave la situación»

Los incendios, que comenzaron en la primera semana de febrero, han causado la muerte de 24 personas, calcinado cerca de 300,000 hectáreas y arrasado casi 1,500 viviendas en las regiones de Ñuble, Biobío, La Araucanía y Maule.

 

Registro fotográfico de la ayuda efectuada por el Directorio Regional de la Araucanía junto al comunal Temuco en Purén a las personas damnificada por los incendios que afectan el sur del país.