Cada año la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, además de reivindicar la larga lucha de las mujeres por sus derechos, conlleva demandas y urgencias específicas. En este 2018, el acoso sexual, la violencia de género y la brecha salarial aparecen como las urgencias más inmediatas para avanzar decididamente en los derechos de las mujeres. Una tarea donde el profesorado también puede cumplir un rol.
A nivel internacional, y también en Chile, el reciente 2017 fue un año de denuncia pública de situaciones de acoso y de término de la normalización del acoso callejero y laboral. Cientos de testimonios de mujeres ejemplificaron el acoso en la vía pública y también en espacios de trabajo y estudio, donde lejos de sentirse seguras, las mujeres sufren la amenaza de real de que situaciones de asedio terminen en agresiones.
Justamente estas agresiones, que comienzan en el acoso normalizado, son una de las urgencias más importantes del movimiento de mujeres actual, que apunta a la necesidad de atender a la violencia de género, que amenaza la vida de las mujeres hasta el día de hoy: el femicidio aún está largamente presente en Chile y en todos los países del continente.
Otra de las demandas centrales del 8 de Marzo en este 2018 tiene que ver con la igualdad de género, pero no en un sentido abstracto, sino en uno material y que está a la base de la posibilidad de desarrollar una vida con las necesidad básicas cubiertas: la igualdad salarial. Según informes de la ONU y la OCDE, una mujer puede llegar a recibir un 35% menos de sueldo que sus pares hombres por desarrollar el mismo trabajo. En esta materia, Chile no destaca por sus avances, presentándose importantes diferencias salariales entre hombre y mujeres y situaciones de precarización y agobio laboral más apremiantes hacia las mujeres, especialmente hacia aquellas que están en situación de maternidad.
El gremio docente, compuesto en más de un 70% por mujeres, vive directamente estas situaciones de menoscabo a las mujeres, que afectan a buena parte de sus colegiadas. Así, las demandas y reivindicaciones del Día Internacional de la Mujer son banderas de lucha del Colegio de Profesores, que se caracterizan, además, con las especificidades propias del mundo docente y escolar: la preocupación por las agresiones en las escuelas, la lucha por condiciones laborales dignas en la profesión docente, el desarrollo de una organización gremial democrática donde las bases del profesorado -compuestas en su mayoría por mujeres- ejerza efectivamente la soberanía.
El Colegio de Profesores conmemora el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, pero, ante todo, se suma e impulsa las demandas del movimiento de mujeres durante todo el año y encuentra ahí su mayor desafío: hacer que esta causa no se quede en un día sino que se instale y avance en todo el accionar que puede desarrollar una organización presente en todas las escuelas del país y que además de su labor gremial puede influir en términos políticos, sociales y culturales.
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