OLA DE PAROS DE PROFESORES EN CHILE SE TOMA LA PAUTA NACIONAL
Santiago, Ancud, Teno, Renca, Copiapó y Curanilahue son algunas de las comunas de Chile donde las y los profesores han decidido paralizar sus actividades tanto por la vulneración de sus derechos laborales como por las deficientes condiciones estructurales que sus estudiantes tienen que enfrentar a diario. Sueldos impagos o incompletos, plaga de ratones, fuga de gases tóxicos, suelos que se hunden, violencia y agresiones, son la muestra clara de la fractura que existe actualmente en el sistema educativo y que los docentes se desisten a ocultar.
Desde el retorno a clases presenciales las denuncias se han mostrado a goteo en los medios de comunicación pero sólo basta estar en terreno para testificar las condiciones indignas que las comunidades educativas tienen que sortear para poder funcionar. En ese contexto, tanto las Corporaciones Municipales de Educación como los Servicios Locales de Educación Pública no han dado el ancho y sin respuestas claras y soluciones concretas el gremio docente se ha posicionado a su vez como denunciante y promotor del término de tanta injusticia.
En Ancud más de un centenar de funcionarios de la educación decidieron tomarse el municipio: «Nos adeudan el 30% de nuestro sueldo y a pesar de haberse firmado un convenio de transición con la autoridad central el trámite está entrampado en Santiago. Lo que estamos haciendo ahora es una medida de presión para que las autoridades comprendan que nosotros no podemos seguir dilatando esta situación», afirmó Pamela Carrasco, secretaria del comunal Ancud del Magisterio. Cuestión que se repite en Renca, Región Metropolitana, donde no sólo se le adeudan los sueldos sino que también las cotizaciones.
Mientras que en Teno, Región del Maule, los docentes protagonizan una gran movilización luego de que la alcaldesa Sandra Améstica no le diera respuesta ante una demanda tan básica como tener tratamiento de aguas al interior de los establecimientos educacionales. Condiciones indignas que se replican en el resto del territorio, en la escuela Las Brisas de Copiapó los alumnos literalmente ya no pueden respirar: hasta la fecha se han contabilizado 38 eventos de emergencia relacionados con emanaciones de gases tóxicos y como si no bastara eso, ahora también tienen que lidear con la fuga de aguas servidas.
«TODOS LOS COMPROMISOS FUERON FALSOS»
Desde el año 2020 la Escuela Luis Calvo Mackenna se encuentra básicamente en ruinas, la ala más antigua de la casona donde funciona fue destruida para construir espacios más aptos para la enseñanza y funcionamiento, entre ellos un comedor para los estudiantes y una sala de profesores. No obstante en ese mismo año la empresa contratada por la Municipalidad dejó inconclusa la reparación, situación que llevó a la comunidad educativa a exigirle a la alcaldesa Irací Hassler una solución, edil que primero se comprometió a hacer las reparaciones a través de una licitación y luego con recursos frescos, obras que comenzarían este primero de octubre pero el plazo nunca se cumplió detonando la paralización de actividades de toda la comunidad.
«Ayer llegamos hasta la Municipalidad para encontrar respuestas pero nos encontramos con la sorpresa de que la Alcaldesa se encuentra en Corea, ante su ausencia nos atendió una asesora quien nos señaló que todo lo anterior no era efectivo, no era correcto, y aquí la indignación de los docentes, asistentes de la educación, apoderados y estudiantes, todo los que nos dijeron y con lo que se comprometieron era falso, de hecho recién hoy el concejo municipal va aprobar o rechazar la reparación de nuestra escuela, todo era falso eran calmantes que nos daban a nosotros para poder continuar», afirmó el profesor Raúl Quezada.
Comunidad que hoy se manifestará ,con el apoyo de la directiva comunal y nacional del Magisterio, en la Municipalidad de Santiago para exigir una respuesta y emplazar a la autoridad pues para los docentes de la Escuela Luis Calvo Mackenna: «Con la dignidad de las y los estudiantes no se juega».
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