PTU DOS VECES AL AÑO: MÁS DUDAS QUE CERTEZAS
El MINEDUC anunció que desde 2022 la Prueba de Transición se realizará dos veces al año. Súbitamente al Ministro Figueroa le entró gran preocupación por el estrés de los estudiantes y ninguna preocupación por los costos, ello nos hace poner atención al trasfondo de la medida anunciada.
Esta prueba de invierno debutará el 4 y 5 de julio del próximo año. Según dicho anuncio, desde el próximo año las/los egresados de cuarto medio rendirán la prueba a mitad de año y a finales del mismo. El Ministro dice que en este sistema la/el estudiante podrá elegir el mejor resultado que haya obtenido en alguna de las pruebas para acceder a la educación superior.
Veamos los argumentos (basados en supuestos) que da el Ministro Raúl Figueroa:
- Primer supuesto: Disminuiría el estrés y la ansiedad de los estudiantes. Esta es una hipótesis que no menciona en qué estudio se apoya, no se ha escuchado a ningún especialista del área de la psicología respaldando la afirmación del Ministro. Por otro lado, estamos hablando de un mismo instrumento, repetido dos veces con similares características. Con dos pruebas anuales, más bien se pretende exponer a los jóvenes, a vivir ya no una, sino dos veces al estrés y ansiedad propios de tener que rendir examen para acceder a la educación superior.
- Segundo supuesto: Se podrán preparar mejor: Estudiar lo mismo dos veces, sin implicar mayor profundidad, un cambio de enfoque o de estrategia ¿Por qué sería una mejor preparación? Actualmente los jóvenes se preparan durante todo el año para rendir la PTU, esta nueva medida significaría repetir dos veces el mismo proceso, o sea, la presión de llegar preparado la vivirían dos veces en el año. En rigor, se pretende empujar a los jóvenes a dedicar el año casi exclusivamente a preparar las pruebas, por tanto, quedarían totalmente reducidos en importancia todos aquellos aprendizajes que están definidos para el 4to año Medio, ni hablar de dedicar tiempo a saberes nuevos, más allá de la educación formal.
- Tercer supuesto: Se aplicaron cambios que apuntan a darle un carácter más integral a la prueba, en este sentido el anuncio destaca que la nueva Prueba de Acceso para 2022 medirá competencias y tendrá menos preguntas. Sabemos que el modelo de educación por competencias se enmarca en la lógica de estandarización, donde prevalece el manejo de conocimientos por sobre otros niveles cognitivos de nivel superior, tales como: pensamiento crítico, reflexivo, creativo, inferir, deducir, relacionar y otros que están fuera de los márgenes de los contenidos y conocimientos estandarizados. Lo de disminuir el número de preguntas, puede verse como buena medida, pero la diferencia efectiva no la determina la cantidad, sino la validez e integralidad evaluativa de éstas.
Objetamos tales argumentos y nos preguntamos por los costos
Estos tres primeros supuestos que el Ministro Figueroa usa como argumentos, son del ámbito pedagógico, pero veamos qué pasa si centramos nuestro análisis de la PTU en la perspectiva de costos:
El Ministro Figueroa ocupa el pretexto de “favorecer” a los estudiantes, lo que por cierto objetamos, sin embargo, lo que él no dice, es que al incluir un nueva prueba de invierno, se duplicaría el pago para tener derecho a rendirlas (nada indica lo contrario). Buscando cifras que son accesibles por ley de transparencia y apoyándonos en distintas fuentes que han investigado el tema, nos vamos encontrando con datos tales como:
La inscripción para rendir la PTU tiene un costo de $ 32.700 por persona, los inscritos para rendirla el 2021 fueron 286.729 postulantes lo cual genera un ingreso de $ 9.376.038.300
El costo para el DEMRE para formular y tomar las pruebas de admisión tiene un presupuesto total de $ 5.585.809.448.-, lo cual estaba contemplado para la aplicación de la PSU en 2019, una medición que, debido al estallido social, se realizó el 6 y 7 de enero de 2020. En este escenario se hizo imposible el desarrollo normal de la prueba, por lo que debió volver a realizarse el 27 y 28 de enero, por un total de $1.131.245.056 extras. En el presupuesto original, se consideraban $ 4.667 millones para gastos de personal, $ 917 millones para compra de bienes y servicios y $ 16.384 millones de inversión real en maquinarias y equipos.
El año anterior, el cálculo alcanzaba los $ 6.245.416.400 totales, con un monto superior para compra de bienes y servicios ($ 1.603 millones), con una diferencia importante en mantención y reparaciones (más de $ 80 millones más en 2018). También se presupuestaron $ 20 millones más en equipos computacionales el año anterior. A dichos gastos se le sumó una segunda aplicación de la prueba, que tuvo lugar a fines de enero y que implicó un quinto del presupuesto inicial de 2019.
En total, considerando ambas rendiciones, se destinaron $ 6.717.054.504, $ 471 millones más que en 2018. Los costos se dividieron principalmente entre impresión de material ($ 306.659.745) y personal para la preparación y aplicación de la prueba ($ 705.618.374). También se gastaron más de $ 44 millones en materiales y servicios, $ 36 millones para distribuir el material en el país y $7 millones en el arriendo de bienes. Estas cifras no consideran la tercera aplicación de la PSU, que se rindió el 4 y 5 de febrero para más de 4 mil alumnos pendientes.
En resumen, nos cabe preguntarnos ¿Dónde está la diferencia entre el pago del arancel para rendir el test de ingreso por parte del estudiante ($ 9.376.038.300) y el costo asumido por el DEMRE (6.717.054.504)? En esta operación queda un remanente o utilidad de $ 2.658.983.796.-
Se podrían aportar más datos, pero con los aquí entregados se puede advertir claramente que detrás de esta duplicación de la PTU se produce una duplicación de gastos en el presupuesto del MINEDUC y sin duda, un incremento significativo en las ganancias de las entidades que están detrás de la elaboración e implementación de estas pruebas de ingreso a la educación superior.
Finalmente llama la atención la rápida aprobación de algunos rectores (U. Católica, U. Chile, USACH), dispuestos a posar en la foto al lado de Raúl Figueroa, un Ministro inhumano, cercano a los que hacen negocio con la educación y que en el contexto de pandemia, nunca le ha interesado la salud y la vida, mucho menos el estrés de las/los estudiantes. Desde el Magisterio, antes de la foto instamos a estos rectores que primero se tomen un tiempo e investiguen con objetividad y rigurosidad las implicancias de un anuncio que contiene elementos que, desde nuestra perspectiva, en la ecuación costo-beneficio, dejan más dudas que certezas.
Carlos Ojeda Murillo
Dirigente Nacional del Colegio de Profesoras y Profesores
Encargado del Departamento de Educación y Perfeccionamiento
REFERENCIAS:
- Web del Mineduc: acceso.mineduc.cl
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- Artículo de diario electrónico El Dínamo, 01 de febrero 2018
- Artículo de Emol, 16 de marzo 2020
https://www.emol.com/noticias/Nacional/2020/03/16/979776/Costo-PSU-segunda-aplicacion.html
- Nota de diario electrónico La Tercera, 29 de octubre 2021
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