El caso se remonta hace exactamente un año atrás, cuando el profesor de la Escuela Luis Cruz Martínez, Omar Belmar, fue agredido verbal y físicamente por el Jefe del DAEM, Patricio Aguilera. Acción que aún continúa impune, pues a pesar del compromiso del alcalde Víctor Barrera de destituir al agresor, éste aún se mantiene en su cargo. Situación que llevó al profesor Belmar a realizar una serie de denuncias ante los Tribunales de Justicia, reclamación por la cual fue castigado por el Municipio de Curacautín, el que realizó un sumario administrativo contra el docente, quien finalmente fue despedido, en un insólito acto de persecución a la víctima y de protección al agresor. Esta correlación de hechos desencadenó la mayor paralización de la educación que ha ocurrido hasta la fecha en esta comuna de la Región de la Araucanía.
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La situación va más allá del caso del profesor Belmar, pues las y los trabajadores del DAEM de Curacautín, principalmente del área administrativa también han denunciado a Patricio Aguilar por maltrato laboral. Es por esto que una de las demandas de la paralización, además de la reincorporación del profesor Belmar, es que Aguilar sea removido de su cargo el próximo jueves 10 de agosto y no, el primero de septiembre como lo programó el alcalde Barrera.
«NO HAY NADA MÁS DESPRECIBLE QUE EL RESPETO BASADO EN EL MIEDO»
Esa es una de las consignas de la movilización: «Estamos cansados de las agresiones, de los abusos y de la prepotencia, lamentablemente éstas son prácticas repetitivas y los trabajadores por miedo muchas veces no denuncian. Por eso, no podemos seguir viviendo y trabajando bajo el alero del miedo, que es la premisa de la actual administración municipal. Nuestro deber es visibilizar esta política de la opresión y de la persecución más en el contexto del Paro Nacional Docente donde justamente se levanta la bandera de ponerle fin al agobio laboral», afirmó el profesor Belmar, quien justamente fue agredido por el Jefe DAEM tras exponerle a éste las demandas de las y los docentes de la Escuela Luis Cruz Martínez, enfocadas en mejorar las precarias condiciones en la que se encontraba.
Vulneración de derechos fundamentales que se tradujo en una denuncia ante los Tribunales de Justica del Profesor Belmar contra su empleador por atentar contra su integridad psíquica y física, su libertad sindical, su honra y opinión política. Proceso judicial que se inició en noviembre de 2022 pero en el que aún siquiera se ha dado inicio a la preparación de juicio oral.
Esto ¿Por qué? Según la defensa del profesor acusan que se ha generado una dilatación innecesaria de la acción judicial: «permitiendo así que el docente no pudiera acceder a una tutela judicial efectiva y oportuna en contra de la persecución desde la jefatura y autoridad municipal, dejándolo vulnerable ante un sumario administrativo, de profunda carga política donde se le acusa de iniciar acciones contra su jefatura sin ninguna justificación, sin que el docente aún haya podido probar la justificación de su denuncia».
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