EN EL DÍA NACIONAL CONTRA EL FEMICIDIO SE PROMULGA LEY ANTONIA
Elizabeth Uribe, Karen Acevedo Olivares, Sandra Pizarro, son algunas de las profesoras que han sido asesinadas por sus cónyuges o convivientes en nuestro país. Nombres que no se pueden olvidar y que engrosan la vergonzosa lista de femicidios en Chile, que sólo este año suma 36 víctimas. 36 vidas de mujeres que fueron quebradas por la violencia, el machismo y un Estado que avanza lentamente en políticas públicas para terminar con dicho flagelo de género. Es en ese contexto que cada 19 de diciembre, se levanta el Día Nacional Contra el Femicidio como símbolo de pelea contra el olvido y lucha por justicia.
ARISTAS MULTIDIMENSIONALES DEL FEMICIDIO
El año 2005, Javiera Neira Oportus de sólo 6 años fue asesinada por su padre, Alfredo Cabrera, quien la lanzó por la ventana del séptimo piso donde vivía. ¿El motivo? Causarle un grave daño psíquico a su ex pareja, Claudia Neira, quien el mismo año, tras sufrir una relación marcada por la violencia verbal y física, presentó una denuncia que se tradujo en una prohibición de acercamiento de Cabrera hacia ella pero no hacia su hija. 14 años más tarde, Antonia Barra, se suicida debido a las innumerables secuelas psicológicas que se le desencadenaron luego de haber sido abusada sexualmente por Martín Pradenas, quien fue condenado a 20 años de presidio por delitos reiterados de abuso sexual y violación.
Antonia, nombre que lleva la Ley que hoy fue promulgada por el Gobierno y que tipifica el suicidio femicida como un delito y anuncia un paquete de medidas en favor de mujeres víctimas de violencia. La norma especifica que la persona que cause el suicidio de una mujer con ocasión de hechos previos constitutivos de violencia de género que haya cometido en contra de la víctima «será sancionado con la pena de presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo como autor de suicidio femicida».
Además, el gobierno anunció un paquete de indicaciones para el proyecto que establece un régimen de protección y reparación integral en favor de las víctimas de femicidio y sus familias. La primera, aspira a que se reconozcan como víctimas a las hijas e hijos de las mujeres víctimas de femicidio en cualquiera de sus grados -tentado, frustrado o consumado- a las personas bajo su cuidado, a sus familiares y a quienes tengan su representación jurídica y la segunda, propone reconocer la obligación de todos los órganos del Estado de articular medidas de protección social con preferencia hacia estas víctimas y, además, establecer una pensión para los hijos e hijas de mujeres víctimas de femicidios consumados.
A continuación, el himno de quienes luchan contra la violencia hacia las mujeres «Canción sin miedo» de Vivir Quintana:
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