El Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud (MINSAL) reveló, el pasado 26 de diciembre, que la enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) más predominante en la población es la sífilis llegando a un 50% de casos de contagio notificados. Esto, en medio de la firma de un convenio con la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) para la instalación de dispensadores de condones en lugares concurridos como centros comerciales, colegios o universidades como una prevención a las enfermedades de transmisión sexual.
Ante ello, se debe hacer la pregunta ¿solo con dispensadores de preservativos en establecimientos educacionales se evita la transmisión de enfermedades sexuales en las y los estudiantes?
El anuncio por parte del MINSAL asegura un asesoramiento y apoyo técnico hacia los municipios de la ACHM en acciones de promoción y prevención de las ETS desde la Atención Primaria de la Salud. Además, establece que 20 dispensadores estarán distribuidos entre las comunas de Santiago, La Granja, Peñalolén, Estación Central y Maipú destinados a colegios. Pero, ¿es esto suficiente?
En agosto de 2008 los ministerios de Educación y Salud de 17 países latinoamericanos, junto a representantes de la ONU, aceptaron participar del documento ministerial «Prevenir con Educación» que buscaba monitorear los avances en materia de salud sexual y reproductiva, y educación integral en sexualidad en un plazo de siete años. Pasado el plazo de tiempo, el promedio de avance general en las temáticas mencionadas fue de 69%. Sin embargo, Chile obtuvo el más bajo con un 39% y se posicionó en el último lugar de los 17 países de Latinoamérica participantes.
Un dato alarmante lo presenta el estudio «(Des)información sexual: pornografía y adolescencia» de la ONG Save The Children, revelando que los y las adolescentes ven pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 (68,2%) la consumen de frecuentemente. En base a eso, otro hallazgo resalta que este tipo de contenido pornográfico, mayormente de carácter violento, para un 30% es su única fuente de información sobre sexualidad.
Hablar de educación sexual es un tema complicado incluso a la hora de abordar leyes. Hacia finales del 2020 el Congreso nacional rechazó el proyecto de modificación a la ley 20.418, la cual establecía que desde 2010 los establecimientos educativos debían impartir educación sexual a estudiantes de enseñanza media. El proyecto de Educación Sexual Integral (ESI) desechado buscaba poner las bases a una educación en sexualidad y afectividad dirigida a niñas, niños y adolescentes con temáticas como la prevención del abuso sexual infantil, autocuidado, autoconocimiento y género, entre otras, que se impartirían desde la educación parvularia.
Fue ese último punto señalado, respecto a impartir una educación sexual integral desde la primera infancia, la que se tornó en el foco de discusión siendo criticada por sectores conservadores que acusaron a este proyecto de totalitario por no respetar ni las libertades de los padres ni de los colegios. Incluso, el debate llegó a ser tendencia en redes sociales donde se podían encontrar hashtags #ConMisHijosNoTeMetas y #ChileRechazaLaESI.
Desde entonces no se ha vuelto a tramitar.
El Presidente de la República, Gabriel Boric, junto al Ministro de Educación (MINEDUC), Marco Antonio Ávila, manifestaron este año se realizarían una serie de medidas dentro de las cuales estaba ingresar durante este segundo semestre un proyecto de ley sobre Educación Sexual Integral y 12 jornada de educación no sexista, divididas en tres por año, entre 2022 y 2025. Incluso, el MINEDUC mencionó impulsaría la modificación del estatuto de los profesionales de la educación para establecer la obligación de las universidades a incluir en sus mallas curriculares de pedagogía la asignatura de Educación Integral en Sexualidad y Afectividad.
«Además de implementar dispensadores de condones en establecimientos educacionales, deberíamos estar hablando sobre lo importante que es hacer cambios profundos. Como por ejemplo: que la Nueva Constitución integre la educación sexual como aspecto fundamental para resguardar y promocionar los derechos sexuales y reproductivos. Revirtiendo así, el panorama actual donde el derecho preferente y la libertad de enseñanza, integrados en la actual Constitución, deja en manos de los apoderados y/o sostenedores la decisión de integrar este tema tan importante dentro de la malla curricular» expresó Carlos Díaz Marchant, Presidente del Colegio de Profesoras y Profesores, respecto a esta coyuntura tan importante.
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