EN CASTRO SE LEVANTARÁ MONUMENTO PARA HOMENAJEAR A LA PROFESORA Y EL PROFESOR RURAL
Han sido tiempos difíciles: la pandemia, el acceso a internet, la sobre carga laboral y el abandono de la autoridad han marcado las vivencias de miles de profesoras y profesores a lo largo del país. Situación que fue aún más crítica en las zonas rurales, donde los educadores tuvieron que echarle mano a cada uno de sus recursos para poder llegar con los contenidos a sus estudiantes. Labor que para el gremio docente debe ser reconocido y por ello, después de fructíferas gestiones con el Alcalde de Castro, Juan Vera Sanhueza, en abril del próximo se materializará en un monumento en homenaje a la labor y entrega de la profesora y el profesor rural en Chile.
Actualmente existen más de 5 mil escuelas rurales que educan aproximadamente a 200 mil estudiantes de las zonas más apartadas del país. Su origen se remonta, según el Museo de la Educación Gabriela Mistral, a principios del siglo XX, apenas uno de cada tres niños chilenos asistía a la escuela. Si bien el sistema de educación primaria venía experimentando un pujante desarrollo en las principales ciudades del país, en el campo persistía, en cambio, una realidad alarmante: la enseñanza rural prácticamente no existía y el analfabetismo alcanzaba el 71 % de la población. Frente a estas circunstancias, la Ley de Educación Primaria Obligatoria promulgada en 1920 introdujo una serie de medidas tendientes a expandir la escolaridad en todo el territorio nacional; sin embargo, la Escuela Rural se convirtió en un reflejo de la Escuela Urbana. Replicar el modelo de la ciudad al campo no dio resultado en ningún país latinoamericano.
Cuestión que ha sido confirmado por la FAO y la Unesco en su «Estudio de Caso de la Educación de la Población Rural en Chile» donde se señala que la escuela rural ha sido históricamente un mecanismo de violencia simbólica respecto de las culturas rurales e indígenas, al imponer, por intereses políticos, un currículo monocultural y monolingüe desconociendo y negando, la pluralidad de contextos socio-culturales del país y particularmente de sus zonas rurales. En ese contexto, para el presidente nacional del Magisterio, Carlos Díaz Marchant, han sido las profesoras y los profesores rurales los que han tenido un rol sustantivo como transmisores de contenidos impregnados de identidad, sentido local y resistencia ante un modelo homogeneizador y por ello, la importancia de este monumento que desde el sur del país reflejará ese espíritu.
Reunión en Alcaldía de Castro (de izquierda a derecha): Gladys Tropa, Presidenta del Comunal Castro del Magisterio; Juan Vera Sanhueza, Alcalde Castro; Carlos Díaz Marchant, Presidente Nacional del Magisterio; y Julio Iglesias, Vicepresidente del Comunal Castro del Magisterio.
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