«En síntesis, hoy volvemos a ver un Mineduc que no escucha, esta vez ni siquiera a los que convoca para su propia jornada, que no da respuesta a las demandas que se le hacen, que mantiene como única política la reapertura de escuelas sin siquiera esforzarse porque los alumnos vayan a ir a clases y que no toma en cuenta la amplia opinión de la ciudadanía, lo que explica porqué el Ministro de Educación es el ministro peor evaluado del Gabinete de Sebastián Piñera y da cuenta de por qué es necesaria y urgente la Acusación Constitucional para que el Mineduc cambie el rumbo.»
Este sábado recién pasado, Raúl Figueroa dio a conocer los resultados de una Jornada de Escucha Ciudadana en la que convocó a 150 personas. Se trató de una actividad específica y puntual, en un solo día, donde participaron la fundación que creó el propio Ministro de Educación (AcciónEducar), los Servicios Locales de Educación que dependen del propio Mineduc y un movimiento de apoderados que tiene vínculos con personeros de Gobierno. Pero incluso en esta Jornada, que bien puede caracterizarse como una pantomima de participación y cuyos resultados se comunicaron desde los patios del Palacio de La Moneda, se consignaron demandas ampliamente exigidas por el Magisterio.
En los tópicos que sintetizan la instancia se habla expresamente de los problemas de conectividad, de la falta de recursos, de las carencias materiales de nuestras comunidades educativas y de la falta de protocolos. Todos ellos son puntos que el Colegio de Profesoras y Profesores ha denunciado ampliamente y ha exigido que el Mineduc se haga cargo. Pero el Ministro no escucha, ni siquiera a sus amigos con los que hace Jornadas de Escucha.
Algunos extractos textuales de los tópicos de aquella jornada son: Tópico 3: “Se suman los problemas de conectividad que afectan de manera diferenciada al estudiantado, según situación socioeconómica”; Tópico 4: “Mitigación de necesidades básicas como alimentación y abrigo”; Tópico 5: “Los asistentes consideran que las medidas y protocolos disponibles para los establecimientos son insuficientes para abordar las distintas dimensiones de la confianza que demandan”.
Puede verse, entonces, que el propio informe del Mineduc da cuenta de una actitud contumaz de no hacerse cargo de las demandas que se le exigen al Ministerio. Los propios participantes de la jornada que propicia el Mineduc le dicen que hay problemas de conectividad, de recursos, de protocolos y la respuesta es una y siempre la misma: hay que reabrir las escuelas. El Ministro no escucha ni a sus amigos.
Por el contrario, el Colegio de Profesoras y Profesores ha desarrollado no una, sino que decenas de instancias de participación permanente en todo el territorio, con organizaciones representativas de toda la comunidad educativa y en todas ellas se consigna en profundidad el problema de la educación en pandemia: agobio a las comunidades escolares, conectividad insuficiente, problemas en las cajas Junaeb y, ante todo, el riesgo cierto sentido por las comunidades en caso de que se imponga una vuelta presencial a clases: las comunidades conocen sus escuelas y saben de sus falencias y, ante el abandono que ha hecho el Mineduc, tienen legítimos temores al contagio en las escuelas, porque ven la falta de infraestructura y protocolos.
Pero además de esas instancias de diálogo, recientes encuestas nacionales validadas ampliamente por la opinión pública confirman la posición del Magisterio: la encuesta TuInfluyes cifra en 58% quienes creen que no están las condiciones para la presencialidad en la educación y la encuesta Pulso Ciudadano muestra un 66% de oposición a las clases presenciales en Fase 1.
Recientemente, el Regional Metropolitano del gremio docente hizo una encuesta con la participación de más de 22 mil personas: el 75% de los participantes cree que no hay condiciones para la presencialidad.
En síntesis, hoy volvemos a ver un Mineduc que no escucha, esta vez ni siquiera a los que convoca para su propia jornada, que no da respuesta a las demandas que se le hacen, que mantiene como única política la reapertura de escuelas sin siquiera esforzarse porque los alumnos vayan a ir a clases y que no toma en cuenta la amplia opinión de la ciudadanía, lo que explica porqué el Ministro de Educación es el ministro peor evaluado del Gabinete de Sebastián Piñera y da cuenta de por qué es necesaria y urgente la Acusación Constitucional para que el Mineduc cambie el rumbo.